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Zapatilla de Venus

El cielo y la cometa...

El cielo y la cometa...

REGLAMENTO GENERAL LOBUNO PARA LA VIDA.

REGLAMENTO GENERAL LOBUNO PARA LA VIDA.

1. Comer.
2. Descansar.
3. Vagabundear en los períodos intermedios.
4. Ser fiel.
5. Amar a los hijos.
6. Meditar a la luz de la luna.
7. Aguzar el oído.
8. Cuidar de los huesos.
9. Hacer el amor.
10. Aullar a menudo.

En el tronco de un arbol ,una niña grabó su nombre enchida de pasión, y el arbol conmovido allá en su seno, a la niña una flor dejó caer...Yo soy el arbol,conmovido y triste, tu eres la niña que mi tronco hirió,yo guardo siempre tu querido nombre y tu...¿que has hecho con mi pobre flor?

En el tronco de un arbol ,una niña grabó su nombre enchida de pasión, y el arbol conmovido allá en su seno, a la niña una flor dejó caer...Yo soy el arbol,conmovido y triste, tu eres la niña que mi tronco hirió,yo guardo siempre tu querido nombre y tu...¿que has hecho con mi pobre flor?

Mi niña...

Mi niña...

Tener el amor de alguien acaba convirtiéndose en poseer a alguien. Y desde esta manera realmente capitalista de entender la vida las personas se convierten en objetos que poseemos o nos poseen. Esto me recuerda aquella canción del verano que decía aquello de: "Tengo tu amor / para que quiero más". Curiosamente el cantante de aquel grupo se felicitaba, no de amar, sino de poseer el amor de alguien, lo que para cualquier psicólogo sería una clara expresión simbólica de poseer a alguien.

Cuando convertimos los sentimientos de las personas en cosas, cuando a las propias personas las convertimos en cosas, en propiedades, es cuando tememos perderlas. Si yo "tengo tu amor", es decir, lo poseo y con el te poseo a ti misma, cuando otra persona "tiene tu amor" yo pierdo la propiedad porque eres una cosa, un objeto y un objeto o es tuyo o es mio.

La concepción de los sentimientos y de las personas como cosas, unido a un sentimiento de inseguridad en uno mismo, conduce inexoráblemente a los celos que es un sentimiento producido, no por el acto de amar, sino por todo lo contrario, por aquello que mata e impide el amor, es decir, el egoismo. Si amar es darse, es generosidad, el egoismo es precisamente todo lo contrario, es solo pensar en uno mismo, es quererlo todo para si, es querer poseer todo lo que nos rodea.

Mis manos.

Mis manos.

Brillantes, pieles ásperas en los dedos, durezas que no me dejan sentir, uñas que nunca paro de limpiar...asi son mis manos, pequeñas huesudas y llenas de arrugas, maltratadas..cuanto más las veo más las quiero , portadoras de creatividad y sentiminetos, llenas de vida y estimulación, sería difícil no besarlas nunca,pues són ellas quien me ayudan a vivir...

La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que piensas,la prohibición de hacer lo que se siente y la humillación pública...
Son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia...
los derechos humanos tendrían que empezar por casa.

Como dejar de pensar en ti.

Como dejar de pensar en ti.

Como puedo dejar de pensar en ti si hasta el aire trae tu nombre, la luz al reflejarse en las nubes trasluce tu rostro, y la lluvia en cada gota suya trae tu perfume. Como se puede apartar del carbunclo su color a sangre ardiente? como se puede extraer la luna del pensamiento de los enamorados? si me respondes estas preguntas tal vez pueda yo dejar de pensar en ti por un instante, tal vez pueda engañar a el corazón en una micronesima, o pueda parar mi respiración por ti, dime como respondo estas interrogantes, dame la guia para que pueda decirle a Dios que no piense en ti, y que el considere es de validez plena, se que no podras darme esa respuesta, entonces ese es mi destino que a cada exhalacion mia se escape un poco de mi alma, que se comporta como una mariposa nocturna buscando el farol de tu corazón, se que la muerte me puede esperar si me acerco a esa flama que arde en tu pecho pero sin ti, de antemano ya he muerto, minimo tengo la esperanza de que mi muerte sea dichosa.

Café sin azúcar

Despertó con la íntima convicción de que ella no lloraría su muerte y sin saber muy bien porqué tuvo conciencia que la noche había transcurrido impregnada de tristeza.

De cómo había llegado a esta situación era algo que se le escapaba. Los hechos se perdían entre una maraña de percepciones, sensaciones y sentimientos vividos de manera tan íntima, tan personal, a veces tan a flor de piel, que le era muy difícil distinguir los diferentes acontecimientos que habían marcado su curiosa relación y más aún su desarrollo y sucesión a lo largo del tiempo que se conocían. Los hechos se convertían en ficciones y las ficciones en metáforas que explicaban unos hechos que ya había olvidado. La memoria, como la historia, es una recreación que tiene más que ver con nosotros mismos, con nuestras percepciones, sensaciones y sentimientos, que con eso que llaman "la realidad de los hechos". Pero los hechos son reales, no cuando se aíslan de nosotros mismos, de nuestra vivencia, sino más bien cuando se integran en nosotros, cuando se impregnan de nosotros mismos.

Con cierta torpeza se levantó de la cama. Inexplicablemente sentía sus músculos cansados y su cuerpo viejo. Se dirigió al baño y, a oscuras, sin molestarse en encender la luz para ver un espacio que se sabía de memoria, orinó con dejadez sentado en la taza del retrete. Fue a la cocina y, mientras preparaba el café, acudió a su boca el agrio sabor de su despertar y a su mente las últimas palabras que le dedicara ella antes de despedirse la noche anterior.

"Ella no lloraría su muerte". ¿Qué le importaba a él su propia muerte? Hacía ya tiempo que había dejado de aterrarle y la suya propia esperaba encontrarla a la vuelta de cualquier esquina, en cualquier recodo del camino. Entonces ¿Qué percepciones expresaba de forma enigmática aquella curiosa frase? ¿Cuáles eran los sentimientos a los que aquellas palabras prestaban su forma? En el fondo desvelarlo era lo que en realidad le aterraba. Reconocerlo sería el primer paso para asumirlo.

Terminó su café. Puso la cucharilla en la taza y ésta en el fregadero. En silencio se dirigió al baño y, tras abrir el grifo del agua caliente de la ducha, se desnudó, se metió en ella y dejó que la lluvia lavara la tristeza de sus sueños.